Un mensaje de FRATERNIDAD

Desde los años 30 del Siglo XX, y hasta principios de los 60, en el Barrio Chino de La Habana se editó la Revista Bilingüe FRATERNIDAD, voz oficial de la Asociación de Detallistas del Comercio de la Colonia China de Cuba.
En el año 2000 se logró rescatar esta publicación, que ahora tuvo una vida demasiado efímera, aunque se logró publicar suficientes materiales relacionados con la historia, la cultura y la actualidad de la Comunidad China de Cuba.
Lamentablemente, en el 2006, volvió a desaparecer.
AHORA INTENTO RESCATAR EL ESPÍRITU DE CONFRATERNIDAD DE AQUELLA PUBLICACIÓN.

jueves, 16 de julio de 2015

Hijo de gato...



Recientemente acudí a uno de los mejores Institutos Preuniversitarios de La Habana, y quizás de toda Cuba, el Saúl Delgado, ubicado en la barriada del Vedado. Se trataba de un encuentro entre la escuela y la comunidad. Entre los objetivos: mostrar las acciones de cultura general que se ofrece a los educandos, a partir de su inserción comunitaria.

Los estudiantes del Saúl editan desde hace tres años un periódico escolar. Iniciado por Claudia Diana, ahora en la carrera de Medicina, en 2012, las labores las continúa Julio Gerardo Hun Longchong, mi hijo.
  
La Voz del Saúl es el nombre de la publicación casi mensual que se dirige a tocar temas de los estudiantes y asuntos de su interés como la vocación profesional, los mangas y la historia local, también la música, la moda y el perfeccionamiento personal, entre otros.

Al decir de un buen amigo y colega, Ramón Lantigua, ellos contribuyen a su propia cultura general desde las cuatro páginas de esta publicación y de paso, adquieren experiencias para enfrentar una posible dedicación profesional o una vocación.

 
El encuentro mencionado, los muchachos conversaron con los asistentes, especialmente Julio Gerardo, quien se desempeñó con acierto, seguridad y conocimientos. También recibieron un diploma de reconocimiento de la dirección del Saúl y, aunque en esta entrada no hablo de Barrio Chino o de los chinos en la historia e identidad de Cuba, siento orgullo por aquello de que “Hijo de gato…, caza ratones”.



Julio Gerardo Jr presentando al equipo.

El equipo de La Voz del Saúl.

Periodista Ramón Lantigua entrevistando.

El equipo y yo, su tutor.

Acontecimientos



En mis 55 años de existencia he sido testigo de muchos acontecimientos. De hecho, ¿qué cubano en este medio siglo no ha sido partícipe de hechos únicos? Sin embargo, yo que he estado en casi todos los momentos del rescate del Barrio Chino de La Habana y de las artes y tradiciones que los chinos nos dejaron como herencia, siento que existen tres que fueron inesperados.

Cuando tenía 8 años, en 1968, Fidel anunció en la Plaza que había muerto el Che y leyó su carta de despedida. Junto a casi un millón de habaneros me sorprendí, aunque en ese instante no alcanzaba a comprender cabalmente las caras de tristeza de los que me rodeaban.
  
El 17 de diciembre de 1914 fue una fecha memorable: Cuba y Estados Unidos informaban al mundo, simultáneamente, la intención de restablecer las relaciones diplomáticas. La noticia me sorprendió en las calles y si la escuché se debió a la sintonía total, de la Punta de Maisí al Cabo de San Antonio. Los cubanos en las calles estaban asombrados: ¿Relaciones diplomáticas? ¡Increíble!

Hace poco, respondiendo las preguntas de una periodista suiza, comenté que aunque no formó parte abierta de ese proceso, China había influido en ese paso, su fuerza económica y política a nivel mundial había desplazado muchos puntos álgidos, girando el compás de las relaciones internacionales hacia otros derroteros.

Ahora, el 20 de Julio de 2015, la bandera cubana ondeará en Washington plena y libre, como nunca debió dejar de hacerlo. En La Habana, 116 años después de que se elevará como interventora en el Palacio de los Capitanes Generales, hecho acaecido el 1ro de enero de 1899, la enseña de las barras y las estrellas también volverá a izarse, pero en esta oportunidad, como igual. Este izamiento, también sorprendente, parecía algo que recordarían mis nietos.

Ojalá antes de terminar mi paso por el planeta Tierra pueda ser testigo de otros acontecimientos de similar destaque: uno de ellos: el levantamiento del bloqueo. Tengo esperanzas, espero que no demore.