Un mensaje de FRATERNIDAD

Desde los años 30 del Siglo XX, y hasta principios de los 60, en el Barrio Chino de La Habana se editó la Revista Bilingüe FRATERNIDAD, voz oficial de la Asociación de Detallistas del Comercio de la Colonia China de Cuba.
En el año 2000 se logró rescatar esta publicación, que ahora tuvo una vida demasiado efímera, aunque se logró publicar suficientes materiales relacionados con la historia, la cultura y la actualidad de la Comunidad China de Cuba.
Lamentablemente, en el 2006, volvió a desaparecer.
AHORA INTENTO RESCATAR EL ESPÍRITU DE CONFRATERNIDAD DE AQUELLA PUBLICACIÓN.

sábado, 27 de julio de 2013

El Restaurante Guang Zhou, orgullo habanero.

(Aunque este artículo no fue publicado en Fraternidad, tiene muchos elementos de un trabajo dedicado a los restaurantes de participación familiar. Lamentablemente, algunos de los reflejados en aquel reportaje, ta no existen. El Guang Zhou habanero es un superviviente, con buena salud.)




Corría el año 1995 y un grupo de chinos y descendientes se daba a la tarea de rescatar artes, tradiciones y prestigio a una comunidad estigmatizada por mucho tiempo. La calle Cuchillo de Dragones, en pleno corazón del casi invisible Barrio Chino de La Habana, se llenaba poco a poco de ojos rasgados, verduras renacentistas y olores guardados en lo más recóndito de la memoria.

Uno de estos descendientes, procedente de una familia de gran renombre en la Comunidad China, Carlos Alay Jo, se dio a la tarea de crear, (por supuesto de la nada) un restaurante de participación familiar, al que algunos quisieron denominar con el nuevo nombre de paladar, pero que nunca tuvo ese criollo estilo surgido en los noventa cubanos. Surgió el Restaurante Guang Zhou, en la misma esquina que en los años 50 del siglo 19, existió el famoso Café de Genaro y, aun sin comprobar, la ubicación de una de las primeras fondas chinas de Cuba, allá por los años 1880 y pico.

Desde hace mas de 20 años, que tampoco son nada aunque lo parezcan, esta familia ha ido dejando su huella en el paladar habanero y por qué no, de otras latitudes también, pues cientos de turistas que visitan nuestra ciudad acuden a probar sus deliciosas ofertas chino cubanas.
 
Preguntado en una ocasión para la desaparecida revista Fraternidad, Carlos Alay, respondió así: “Comienza con la idea de rescatar y mantener las tradiciones culinarias de los chinos de Cuba. Y se dice así porque eran tradiciones de los chinos que emigraron a Cuba y no las que ellos mantenían en su país. La razón de esta diferencia está dada porque tuvieron que adaptarse a los ingredientes que existen en Cuba, que no son los mismos que hay en China. De ahí que la podemos definir como cocina chino cubana.”

 





El nombre proviene de la capital de la provincia china de Cantón (Guang Dong), región natal de la madre de Carlos, quien se remitió a un antiguo refrán chino:
 
“Si quieres comer buena comida, ve a Guang Zhou.”