Un mensaje de FRATERNIDAD

Desde los años 30 del Siglo XX, y hasta principios de los 60, en el Barrio Chino de La Habana se editó la Revista Bilingüe FRATERNIDAD, voz oficial de la Asociación de Detallistas del Comercio de la Colonia China de Cuba.
En el año 2000 se logró rescatar esta publicación, que ahora tuvo una vida demasiado efímera, aunque se logró publicar suficientes materiales relacionados con la historia, la cultura y la actualidad de la Comunidad China de Cuba.
Lamentablemente, en el 2006, volvió a desaparecer.
AHORA INTENTO RESCATAR EL ESPÍRITU DE CONFRATERNIDAD DE AQUELLA PUBLICACIÓN.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Ha muerto Mandela.



Ha muerto Mandela.


Asuntos de trabajo me impidieron escribir  estas líneas en la misma mañana de su fallecimiento. No por tardía, espero que sea menos sentida. El mundo pierde a uno de sus últimos líderes mundiales, pierde un hombre gigante que nunca dejó de ser sencillo y especialmente, humano.

No todos los grandes hombres coinciden en sí mismos como ejemplos de humildad, entendimiento, paciencia y armonía. En este mismo instante, solo recuerdo dos: José Martí y Mahatma Gandhi. Sacrificio personal y voluntad férrea para cumplir sus ideales. Madiba también reunió esas cualidades en su larga vida.

Ha muerto Mandela. Dejó de respirar el aire libre de su Sudáfrica, quien fuera Premio Nobel de la Paz en 1993, (junto con Frederik Willem de Klerk), quien más que de izquierda, o comunista como alguna vez lo calificaron, fue un demócrata. En uno de sus primeros discursos como presidente llamó a la población negra a que botaran al mar sus cuchillos, sus machetes y sus armas. Una nueva Sudáfrica no podía nacer con odios ni venganzas y durante su vida, siempre intentó convencer de lo imprescindible que es olvidar el pasado y emprender el camino al futuro con la mirada al frente.

Su integridad fue tal que, al conocer los crímenes cometidos durante los años del apartheid, fue capaz de aceptar y condenar, incluso, los cometidos por su propia organización, el African National Congress, ANC. Fue capaz de apartarse del poder, en el momento de comprender que a otros le correspondía esa tarea: jamás quiso entronizarse ni ser tutor de la nación. Eso lo hizo más grande y querido, porque además, como todo ser humano, amó.

Ha muerto. Pero propongo que siempre lo recordemos el 18 de julio, Día de Nelson Mandela, fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas, en su honor.

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